Reflexiones sobre el futuro forestal de Galicia

Santiago Rodal, incorporado recientemente al equipo de Viveros Mañente, analiza en este artículo la situación actual del monte gallego y las perspectivas de crecimiento de un sector vital para la economía del medio rural.

 

Con la moratoria aprobada por la Xunta ha habido mucha confusión y un gran desconcierto por parte de los propietarios forestales, aunque muchos aspectos ya estaban regulados por otras normas anteriores, que impedían, por ejemplo plantar eucaliptos en terrenos agropecuarios o eliminar frondosas para plantar eucaliptos.

Pero el impedimento legal a incrementar a partir de ahora la superficie dedicada a eucalipto no tiene por que suponer un estancamiento del sector en Galicia. El desarrollo del eucalipto pasa por incrementar la productividad de los montes dedicados a este cultivo con prácticas silvícolas y material de base, es decir, mediante nuevas plantas que aporten mejores crecimientos y mayor resistencia a enfermedades y un cuidado del monte que consiga explotar todo su potencial.

 

«El desarrollo del eucalipto a partir de ahora en Galicia pasa por incrementar la productividad de los montes dedicados a este cultivo»

 

Mediante esta combinación sería factible aumentar en un 20 o un 30% la producción de madera de eucalipto en Galicia sin necesidad de aumentar la superficie actual destinada a esta planta. Eso permitiría además una mayor diversificación de cultivos, dejando más sitio a especies como las coníferas o las frondosas, contribuyendo a una mayor biodiversidad en los montes y a un menor riesgo de plagas o de incendios y, por lo tanto, jugando más sobre seguro.

 

«En los próximos años habrá un cambio generacional en los montes gallegos»

 

Si un monte no es rentable habrá riesgo de abandono. Por el contrario, si da dinero, estará cuidado. Empiezo a ver un poco más de profesionalización en los montes porque el propietario empieza a ser un poco más consciente de que se invierte en buena planta y en hacer bien las cosas logra un mayor retorno. En pocos años habrá un cambio generacional en el monte porque el propietario forestal gallego es normalmente una persona mayor y eso puede ser una oportunidad para superar viejos hándicaps como el del individualismo, la fragmentación de la propiedad y el minifundio.

La demanda mundial de madera va en aumento, tanto para la producción de pasta de papel como para construcción estructural o nuevos usos vinculados a la economía verde. En este contexto, el pino, hasta hace poco denostado en favor del eucalipto, se abre paso en estos momentos en Galicia.

 

Este texto es un resumen de la entrevista publicada en el medio digital especializado Campo Galego y que podéis leer completa en este enlace.

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