No es habitual en lugares como Galicia, pero sí en otros países productores de eucalipto. Realizar distintos cortes a lo largo del ciclo de cultivo permite generar rentas intermedias que avanzan retornos económicos de las inversiones realizadas.
La madera de eucalipto tiene distintas aplicaciones y en función del uso que queramos dar a nuestra plantación, elegiremos variedad o marco de plantación. En las últimas semanas os hemos detallado en distintos artículos los modelos silvícolas establecidos por la Xunta para las variedades nitens y glóbulus con destino a pasta de papel y a aserrado. Pero, ¿y si quisiésemos destinar a distintos usos la madera producida en una misma parcela forestal?
Ya os hemos comentado en algún post anterior, que el destino final de la madera condiciona el ciclo de cultivo y los trabajos a realizar en el monte, por lo que habría que combinar distintos modelos. En el sistema de producción de especies de rápido crecimiento, como eucalipto, la densidad de plantas por hectárea debe tener como base la obtención del máximo retorno económico por unidad o área de plantación.
«En el caso de las plantaciones para producción de materia prima para papel y celulosa, la cosecha generalmente es realizada por medio de corte raso después de 12 años de edad»
Normalmente se usan espaciados variando entre 3×3 metros y 3×2 metros, los cuales posibilitan trabajos culturales mecanizados, y 2,5×2 metros para plantios en parcelas más pendientes, donde las operaciones son, básicamente, manuales.
En el caso de las plantaciones para producción de materia prima para papel y celulosa, la cosecha generalmente es realizada por medio de corte raso después de 12 años de edad, generalmente entre los 14 y los 18 años en función de la productividad de la parcela y la calidad genética de la planta utilizada.
Múltiples usos dentro de la misma plantación
En un sistema de cultivo buscando múltiples usos para la madera, el manejo es realizado por medio de un primer desbaste, retirándose un porcentaje de aproximadamente el 40% de los árboles a los 7 o 8 años después de la plantación. Es la primera ocasión en que se obtienen rentas derivadas de la comercialización de madera para energía y celulosa, recursos que auxilian en la amortización de los gastos de implantación y mantenimiento inicial de la propia plantación.
«El el primer desbaste sacamos madera para biomasa y celulosa, en el segundo para aserrado y en el corte final para laminado»
En el segundo desbaste, aproximadamente a los 12 años de edad de la plantación, habrá nueva entrada de rentas. Además de la venta de madera fina para celulosa, habrá materia prima para aserrado.
En el corte final, aproximadamente entre 15 y 20 años de edad, se obtienen valores financieros más significativos, pues en la venta habrá madera para laminación, que reporta mayor precio.
¿Compensa en Galicia?
Este tipo de plantaciones de usos múltiples deben ser implementados sólo si hay mercado y si el precio pagado por los productos compensan el gasto adicional, tanto en operaciones como en capital monetario y de gestión de la parcela.
«Este sistema debe ser implementado sólo si hay mercado y el precio pagado por los distintos productos compensa el gasto adicional de gestión de la parcela»
Además de eso, se recomienda observar si el mercado está diferenciando el valor pagado por madera limpia de nudos. Si hubiera diferenciación en el valor de la madera y una estimativa de que esta persistirá en el medio plazo, se debe evaluar la posibilidad de realizar podas, en base a la ganancia que esta poda puede añadir en el valor del producto final.
Se debe evaluar si la diferencia de precio de la madera en las diferentes condiciones paga el aumento de costes de la actividad de cosecha y transporte, respectivamente.