Ripper o pala, ¿dónde usar uno u otro?

Realizar un buen subsolado repercute en un rápido enraizamiento y en un mayor crecimiento de la planta. La elección de un tipo de maquinaria u otro dependerá, básicamente, de la pendiente del terreno

 

Un aspecto fundamental a la hora de llevar a cabo plantaciones forestales es la preparación previa del terreno y del lugar específico donde colocaremos nuestras plantas. El suelo de las zonas destinadas a la plantación debe recibir un cuidado especial, ya que de ello dependerá en gran medida el resultado económico de la actividad. El objetivo principal de la preparación del suelo es proporcionar condiciones adecuadas para la plantación y el establecimiento de plántulas en el monte.

Si no lo hemos hecho ya previamente, es interesante antes de hacer los agujeros desbrozar y drenar el terreno en caso de que sea necesario, tal como os explicamos en el artículo anterior. Así pues, una vez desbrozado el suelo y triturados los restos de corta, el siguiente paso será el laboreo del terreno.

 

«El eucalipto llega a crecer más del doble en suelos en los que se ha practicado un subsolado profundo»

 

Aunque el eucalipto no es muy exigente en cuanto a la preparación suelo, sí es conveniente hacer un subsolado adecuado, ya que la diferencia de un laboreo profundo frente a uno superficial es un crecimiento hasta un 150% mayor, aunque cuanto más sujeta esté la superficie de plantación a la erosión (suelo expuesto, pendiente alta, ocurrencia de lluvias intensas, etc) menor debe ser la intensidad de la preparación del suelo.

En las zonas anteriormente ocupadas por plantaciones forestales, principalmente en suelos arcillosos, la cosecha mecanizada y el transporte de madera causan compactación del suelo. En estos casos, se recomienda preparar el suelo en la línea de plantación, mediante el uso de subsolador o por cultivo mínimo. En el caso de las zonas que anteriormente se utilizaban para pastos o cultivos agrícolas, se recomienda, al menos en la línea de plantación, el uso de subsolador para romper la capa compactada.

 

«En zonas llanas aplicaremos un ripper mientras que en parcelas en pendiente trabajaremos con pala con un cazo de 30 a 50 centímetros como máximo»

 

Lo más conveniente es pasar un ripper o subsolador en línea, un apero que rompe los horizontes profundos del suelo y que facilitará la penetración de las raíces de la planta y también la mejora la infiltración de agua en el terreno. Debemos trabajar a una profundidad de unos 40 a 60 centímetros. En suelos arcillosos, la profundidad debe ser mayor.

 

Pala en pendientes superiores al 25%

Trabajar la tierra a una profundidad adecuada puede lograrse aplicando un ripper en las zonas llanas o trabajando el suelo con pala en zonas de pendiente, con un cazo de 30 a 50 centímetros de ancho como máximo. La preparación del terreno con pala es más cara y produce mayores niveles de encharcamiento, por lo que no es aconsejable en zonas llanas, pero sí con pendientes superiores al 25%.

En zonas de pendiente, también se puede aplicar el ripper en perpendicular a la pendiente, es decir, siguiendo las curvas de nivel, para así contribuír a reducir la erosión del suelo. En el caso de la preparación manual del terreno, se recomienda abrir pozos más grandes, con profundidad, anchura y longitud de al menos 30x30x30 cm.

 

En el siguiente post os explicaremos cómo elegir el marco de plantación idóneo, en función de la variedad y el uso de la madera. Os esperamos.

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